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Este blog es un blog sobre videojuegos, pero no un blog que intente ir de "pro" ni en el que quiera ir de "listillo" sino simplemente un blog en el que hablo sobre los juegos que, por una u otra razón, hayan quedado en mi recuerdo, aquellos que definieron mis gustos en este hobby y aquellos que pudieron haberme marcado. Aquí no hay guías, puntuaciones ni trucos, solo puro amor por los videojuegos y algún que otro recuerdo medio enterrado en la memoria, tampoco hay roms ni enlaces de descarga, para eso ya hay otras página.

viernes, 30 de diciembre de 2011

Rastan Saga





 Si hubo un arcade cuya música me llamó la atención a finales de los ochenta fue este. Los gráficos podían ser simplemente resultones, y la dificultad bajaba enteros a una jugabilidad por lo demás perfecta, pero la música era un mundo a parte, es cierto que el tema del primer nivel se puede hacer pesado... sobretodo teniendo en cuenta la cantidad de veces que ibas a tener que escucharlo, pero el resto de la banda sonora era épica, casi diría que era interactiva ya que la melodía cambiaba al llegar a zonas complicadas dotando de más emoción al juego.
 El Rastan Saga era uno de esos arcade de los que no me importaba ser un mero espectador, he de reconocer que para mí era bastante difícil, apenas llegué a pasar a la segunda fase, pero me resultaba casi igual de gratificante ver a alguien mayor, o con más habilidad, pasar nivel tras nivel.
 ¿Y de que iba el juego?, era de acción, manejabas a un bárbaro, que supuestamente se llamaba Rastan, por una serie de escenarios y acabando con todo aquello que se te pusiera por delante, el juego tenía toques de plataformas, cosa que casi parecía obligatoria en aquellos tiempos.
 Los niveles tenían tres zonas, una era en exteriores, ya fuera un bosque o una zona montañosa y la segunda eran en interiores, normalmente castillos, la última zona no era sino el combate con el inevitable enemigo final de fase.



Vaya una caca de primer Boss, con lo que me costó llegar a él.


Toca esa cosa azul y estás muerto

 .Los enemigos eran variados, desde simples murciélagos a hombres lagartos, también habían algunos que parecían gárgolas, serpientes, pirañas, magos vamos que había donde elegir.
 En cuanto al desarrollo del juego hay que decir que era bastante entretenido, ya que aunque básicamente debíamos ir siempre hacia la derecha los diversos obstáculos del camino lo hacía más difícil y divertido. Algunos de los obstáculos con los que nos podíamos encontrar eran, charcos de ácido, lagos de lava o trampas de pinchos algunos de los cuales debíamos atravesar balanceándonos de cuerda en cuerda perseguidos por murciélagos.
 A lo largo de el escenario podíamos encontrar diversas armas, que podían darnos mayor alcance o un aumento en nuestro poder, podíamos también encontrar la mítica espada de fuego, que nos permitía lanzar bolas de fuego y acabar así de lejos con nuestros enemigos. Estas armas solían estar en sitios relativamente complicados de alcanzar, pero nada que no se pudiera conseguir con un poco de práctica. No se terminaban ahí los items del juego, ya que los mismos enemigos podían dejar caer diferentes objetos, desde joyas que solo nos proporcionaban puntos extras a pociones que aumentaban nuestra vida o mantos que reducían el daño recibido.



Como pasar de nivel era tan difícil se te recompensaba con esta pantalla.


 Era un juego complicado, y bastante he de decir, los de Taito no se anduvieron con tonterías, decidieron que debías dejarte la paga si querías completar su juego y vaya si lo consiguieron. La gracia es que no sabría encontrar la razón de tal dificultad, la cantidad de enemigos solía ser bastante razonable en realidad, aunque claro si te cogían dos por la espalda y tres por el frente y todos ellos con armas de mayor alcance que la tuya estabas prácticamente condenado, podía ser el hecho de que salían en el peor momento, si tenías que ir saltando para trepar una colina pues ellos la bajaban, y normalmente acompañados de una roca que rodaba en tu búsqueda, si debías atravesar un lago de fuego saltando de cuerda en cuerda lo más seguro era que te persiguieran una bandada de murciélagos, aunque eso ya lo he dicho. Siempre había algo, por muy sencillo que fuera el salto, que podía terminar con una vida menos en tu marcador.
 No digo que me gusten los juegos fáciles, de hecho los prefiero difíciles, pero se nota que Taito lo que quería era hacer una buena «caja».



Pinchos y más pinchos.


¡Conseguí pasar al segundo nivel! TT

 Obviando su dificultad, que podía desesperar a los menos hábiles, el juego era una delicia, al menos para mí, el control del personaje era perfecto, pudiendo incluso controlar un poco el salto, por lo que podías corregirlo si te habías pasado, las animaciones, aunque limitadas eran bastante suaves.
 Los escenarios eran un tanto irregulares, ya que mientras los exteriores eran coloridos y bastante agradables en ciertos puntos, los interiores eran bastante sosetes, todo ladrillos y alguna columna de fondo.
 Quitando los interiores, las zonas a visitar eran variadas, aunque solo eran seis, todas ellas divididas en las tres zonas que comenté antes, lo que haría un total de nueve zonas diferentes, si se puede decir así.
 Ya he comentado que la dificultad del juego era bastante, y eso que cada zona tenía varios «check points» por lo que no debías empezar desde el principio si te mataban, eso habría provocado suicidios en masa creo yo, y aun así resultaba bastante complicado terminar un nivel debido también a que estos tenían un tamaño bastante grande para lo que era acostumbrado. Una cosa que hay que decir sobre la dificultad de este juego es que me quedé sorprendido de lo fácil que era el primer «jefe», no sé si es que yo tenía suerte o que era así de fácil de verdad, lo mataba atacándolo agachado y poco más, era tan decepcionante que ni merecía ser considerado un jefe, sino más bien un enemigo normal pero con más vida.
 ¿Donde vi esta máquina por primera vez?, ya he nombrado ese recreativo alguna que otra vez, «buche» creo que era su nombre, aunque no se si realmente se llamaba así, ya que no poseía ningún cartel o letrero que me llamase la atención, fijaros que digo que no me llamó la atención, quizá tenía un cartel minúsculo y nunca lo vi.




Bolitas de fuego, cuanto las odio.

 Rastan Saga tuvo bastante éxito, tanto que llegó a los sistemas domésticos y tuvo un par de secuelas, todas bastante diferentes del original, Nastar ofrecía gráficos más grandes, fondos más detallados y la posibilidad de jugar de dos, y Warrior Blade: Rastan Saga Episode III pasaba a ser un juego de desarrollo similar a Golden Axe aunque con algo más de variedad, también se podía jugar de dobles y además al igual que en Golden Axe, se podía escoger entre varios personajes, los dos primeros llegaron a PS2 gracias a sendos DVDs recopilatorios de Taito, en los que venían bastante bien acompañados todo hay que decirlo.
 En definitiva un clásico entre los clásicos, versionado incluso para el humilde spectrum, gracias a ese juego probé el Barbarian II, juego de similar temática pero de diferente desarrollo ya que era algo más aventurero... seguramente hablaré de él algún día.
 Y bueno, no hay más, lo único reseñable es que de haber contado con una opción para dos jugadores simultáneos el juego podría haber ganado aún más en adictividad y diversión, no en vano corrigieron ese defecto en sus distintas secuelas.
 Probarlo please.



1 comentario:

  1. Buen juego recién ahora lo descargue en mi compu y puedo jugar todo lo que no pude en las maquinas de árcade solo podía llegar hasta la hidra cuando tenia 15 ahora a mis 45 puedo darme el gustazo de continuar y terminar el juego

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